Investigadores colombianos buscan demostrar que es posible cultivar aguacates de manera ecológica en los Andes tropicales 

 

¿Y si se pudiera mejorar el bienestar económico de muchas personas y al mismo tiempo beneficiar al planeta?

Investigadores de la Fundación Con Vida de Medellín, Colombia, están lanzando un proyecto piloto que permitirá comparar la cantidad de agua que necesitan los árboles de aguacate, un cultivo cada vez más popular en el país, con la que requieren los árboles nativos de los bosques lluviosos de los Andes tropicales para determinar cómo proteger a esta delicada región sin afectar el ingreso de los agricultores colombianos.

“Todos los países de los Andes tropicales son países de ingresos bajos a medios, y la agricultura es la base de dichas economías”, indicó Sebastián González Caro, investigador de la Fundación Con Vida.

En la última década, a medida que la demanda mundial de aguacate se ha triplicado, cada vez más colombianos se están dedicando a su cultivo, lo que ha elevado el nivel de ingresos de las áreas rurales. “Lo que nos preocupa es la cantidad de terreno y agua que se necesita para producir cantidades significativas de aguacate”, señaló González Caro.

“Sabemos que se obtienen resultados económicos y sociales positivos, aunque todavía no sabemos en qué medida. La gran pregunta que esperamos responder es qué efecto tendrá el cultivo del aguacate en nuestro medio ambiente”, añadió.

La Fundación Con Vida, una organización no gubernamental (ONG) cuyo trabajo se centra en proyectos de desarrollo sostenible en toda Colombia, es una de las 10 organizaciones que han recibido este año una subvención del Net-Zero Research Fund (NZRF) de Scotiabank, dotado con un total de CAD$10 millones. Este Fondo se estableció en junio de 2021 para proporcionar hasta CAD$100,000 a proyectos de investigación individuales con el fin de impulsar la investigación en busca de resultados ambientales positivos como parte de los Compromisos Climáticos de Scotiabank.  

El proyecto de la Fundación Con Vida creará una aplicación web que mide los impactos ambientales negativos y positivos del cultivo del aguacate y, dependiendo de dónde esté ubicado un agricultor en los Andes tropicales (por ejemplo, a qué altitud en las montañas), le ayudará a determinar el número de árboles que puede plantar en su terreno para utilizar la menor cantidad de agua posible y ser neutral en sus emisiones de carbono.

“El cambio climático es una de las principales prioridades de Scotiabank, por lo que continuamos apoyando a destacadas instituciones académicas canadienses e internacionales para que puedan impulsar una acción medioambiental positiva a través de sus investigaciones”, declaró Meigan Terry, Vicepresidenta Sénior y Directora General de Sostenibilidad, Impacto Social y Comunicaciones de Scotiabank. “Nos enorgullece poder apoyar a organizaciones como la Fundación Con Vida de Colombia y a los demás ganadores del Net-Zero Research Fund de Scotiabank, que están realizando investigaciones innovadoras que tendrán un enorme impacto en la transición hacia una economía baja en carbono”.

México, Chile y California han estado cubriendo la demanda de aguacate de los mercados norteamericanos. En estos lugares, los cultivos tienden a plantarse en regiones secas que requieren más agua, indicó González Caro. Colombia, el nuevo jugador del mercado, cultiva el aguacate en los Andes tropicales, una zona mucho más húmeda. Otro factor es que el árbol de aguacate es nativo de dicho territorio, de manera que su consumo de agua podría ser similar al de otros árboles nativos, agregó.

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“Sabemos que se obtienen resultados económicos y sociales positivos… La gran pregunta que esperamos responder es qué efecto tendrá el cultivo del aguacate en nuestro medio ambiente”.  

— Sebastián González Caro, investigador de la Fundación Con Vida

La región de los Andes tropicales, que se extiende desde el oeste de Venezuela hasta el norte de Chile y Argentina, e incluye partes importantes de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, es crucial en la lucha contra el cambio climático. Es también uno de los sumideros de carbono (lo que significa que absorbe más carbono de la atmósfera del que libera) más ignorados del planeta, ya que almacena cantidades de carbono sobre la superficie por hectárea similares a las de los bosques tropicales amazónicos. Sin embargo, solamente quedan 500,000 hectáreas de bosques tropicales después de décadas de desforestación para obtener combustible y de pastoreo animal y, actualmente, de los cultivos de aguacate en rápida expansión.

“Este proyecto nos permite compartir conocimientos científicos con empresas y gobiernos para contribuir a frenar el cambio climático”, señaló Alejandra Muñoz Rivera, Directora Ejecutiva de la Fundación Con Vida. “Y es un buen proyecto porque ofrece una solución práctica que hace frente tanto a problemas ambientales como socioeconómicos”. 

González Caro dijo que el equipo espera que dentro de un año sus aplicaciones web y para teléfonos celulares ya estén disponibles para que los agricultores y los gobiernos en Colombia planifiquen y gestionen mejor el cultivo de árboles de aguacate. Desde allí, el modelo podría implementarse en otros países de los Andes tropicales, indicó.

Otros ganadores son:

  • Centro de Transporte Sostenible de México, Ciudad de México: La ONG analizará el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas para definir intervenciones de tecnología y políticas para los miembros de la industria automotriz del Estado de México.
  • Circular Opportunity Innovation Launchpad (COIL): Este proyecto piloto de investigación y desarrollo de “ciudades inteligentes” elaborará una metodología de evaluación de la economía circular para avanzar en la transición global de un modelo de economía lineal (tomar-hacer-desechar) a una economía circular resiliente y que genere menos desechos.
  • Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción, Santiago: El centro busca contribuir a la definición de una base de referencia de carbono incorporado y operacional para edificios residenciales nuevos y existentes que cumpla con los compromisos establecidos para la transición de Chile hacia la neutralidad en carbono.
  • Universidad Ean, Bogotá, Colombia: A través de una serie de laboratorios educativos en Bogotá y Manizales, el Laboratorio de Resiliencia del Sistema Alimentario de la Universidad busca fortalecer la educación e innovación en materia de sostenibilidad en el país para garantizar que los productores de alimentos sigan prácticas sostenibles que respeten a los trabajadores y al medio ambiente.
  • Pollution Probe, Toronto: El proyecto piloto de autobús escolar eléctrico de Pollution Probe, implementado en Calgary en alianza con el operador de flotas Southland Transportation y la empresa eléctrica ENMAX, elaborará un informe imparcial que será difundido por las partes interesadas provinciales y nacionales para apoyar la transformación de los aproximadamente 50,000 autobuses escolares en Canadá.
  • Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago: El proyecto de la universidad busca informar a los legisladores sobre cómo incentivar a los hogares a que sustituyan las estufas de leña por calentadores eléctricos, y proporcionar información sobre los beneficios para la salud y las formas de hacerlo asequible a través del acceso a crédito con bajos intereses.
  • Reef Aquaculture Conservancy, Morelia, México: Reef Aquaculture Conservancy está desarrollando un proyecto piloto para restaurar arrecifes de coral y las lagunas con coral de acuicultura y pastos marinos. A nivel mundial, se han perdido 50% de los arrecifes de coral.
  • Instituto de Tecnología y de Estudios Superiores de Monterrey, Monterrey, México: El objetivo de este proyecto de investigación es encontrar una forma de descarbonizar la industria del cemento, utilizando CO2 para obtener metanol a través de una conversión catalítica térmica.
  • Centro de Energía (CE) y Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2 de la Universidad de Chile: El proyecto del Observatorio de Carbono Neutralidad para Chile permitirá el monitoreo anual de los compromisos de reducción de emisiones de carbono de Chile para hacer frente al cambio climático a nivel nacional e internacional.

Para leer más sobre estos proyectos, visita el Centro de Excelencia del Cambio Climático de Scotiabank.